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lunes, 10 de septiembre de 2012

La familia no es una palabra, es una sentencia, Wes Anderson


Así lo ha dejado en claro Wes Anderson, quien dirige, escribe y produce sus propias películas, como Los excéntricos Tenenbaums (2001), The life aquatic with Steve Zissou (2004), Rushmore (1998) y Fantastic Mr. Fox (2009), también Moonrise kingdom (2012), próxima a estrenarse en nuestro país.
Anderson
¿Por qué es interesante el trabajo de Anderson? primero, antes que nada logra una estética novedosa y original en el cine por lo siguiente: su diseño de arte posee un estilo vintage tanto en sus muebles como en el vestuario, dotándolos de colores cálidos y terracota; recrea la realidad desde el punto de vista y lógica de un niño, conservando la inocencia y la imaginación de éste; logra unos ángulos imposibles, tan meticulosos y limpios que son poéticos; el ritmo de sus películas sigue el ritmo de la música rock pop de los años 60 y 70, por ejemplo The life aquatic with Steve Zissou hace un gran homenaje a David Bowie y lo “coverea” con una guitarra acústica otorgando al filme de una atmósfera romántica y de un ritmo como el de las olas del mar.
Lo increíble de este director es su capacidad para hablar de lo que pasamos de niños, de la forma más inocente y adulta posible. Ver un filme de él, es pensar otra vez como si fuéramos niños y volver a creer que con las travesuras, la venganza cobra sentido, por ejemplo, en Rushmore, Max Fischer (Jason Schwartzman) de 15 años y su amigo y profesor Herman Blume (Bill Murray) se enamoran de la profesora Rosemary, pero obvio Rosemay no se fija en su amigo adolescente, Max, se fija en el profesor Herman, lo cuál desata la ira de Max y comienza a hacer travesuras para vengarse de Herman, a las que él responde con las mismas barrabasadas. Claro, Anderson deja en claro que sus personajes nunca dejan de actuar como niños, pues son los instintos más básicos y naturales que todos tenemos y quien los pierde: ¡Chin, qué pena! Perdió la frescura de la vida, lo curiosos es que este tipo de personalidad no caben en sus pelís, por ello es un viaje perfecto a la infancia.
Otro conflicto que pone en juego es el auténtico valor de una familia, en Los excéntricos TenembaumsThe life aquatic with Steve Zissou y en Fantastic Mr. Fox, deja en claro lo importante que es pertenecer a una familia y como el trato que tengan tus padres contigo desde niño va a influir en tu comportamiento de adulto. Por otro lado, explora la psique humana, cuando los conflictos shakesperianos surgen, ser o no ser, o más bien ser y querer ser y soñar ser. Vemos al capitán Zissou (Bill Murray), sumergido en el mar (al estilo Julio Verne), obsesionado por encontrar al tiburón jaguar, pero deja de lado algo que le hubiera gustado ser: “ser padre”, no obstante cuando llega a su vida un supuesto hijo, Ned (Owen Wilson), sabe que desea cuidarlo y quererlo pero no sabe cómo, así como Royal Tenembaum (Gene Hackman) que descuidó, maltrató y se burló de su familia y cuando sólo le quedan seis semanas de vida quiere recuperarla.
Sin temor a equivocarme, Wes Anderson es un poeta de la imagen, que recrea nuestros sueños infantiles en realidades adultas, lo cual hace tan soportables las decepciones amorosas y familiares, porque cierran con la ilusión de la ensoñación, no de lo que realmente sucede sino de lo soñamos con que suceda y esto es posible porque ningún objeto del que vemos en sus imágenes tienen congruencia con la realidad actual, sin ir más lejos, el océano que recreo en The life aquatic with Steve Zissou, simplemente es hermoso y lleno de magia y eso es lo que encontraremos en sus películas, así como elementos de nuestra infancia, de los cuales no podemos librarnos porque son los que nos dan certeza de que la felicidad es posible.