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lunes, 21 de mayo de 2012

Ni una semana con Marilyn o ¿sí?


Ya lo decía Edgar Morin en su libro Las estrellas: mito y seducción del cine: “Con el advenimiento del cine sonoro, las estrellas han abandonado su papel original de dobles convertidas en heroínas magnificadas y florecientes, participan ahora en la vida cotidiana de los mortales. No son ya estrellas inaccesibles, sino mediadoras entre el cielo, la pantalla y la tierra”.
No podría estar más ad hoc esta reflexión de Morin para describir lo que sucede en la a película Mi semana con Marilyn. Pues el punto de vista desde donde se narra es de un joven, Colin Clark, que cree fervientemente en la magia del cine y hace un intento humanísimo por convertir a Marilyn Monroe en un heroína accesible para los mortales, reinventando a una estrella del cine en una mujer que con su presencia en los estudios de grabación es una mediación entre el cielo, la pantalla y la tierra.
Colin Clark es el tercer asistente de Sir Laurence Olivier en la película El príncipe y la corista(1957), dirigida por Sir Laurence y protagonizada por Marilyn Monroe. Colin es testigo de los problemas personales de Marilyn para poder realizar su trabajo en esta película y se involucra sentimentalmente con la diva. Colin busca justificar la adicción, los arranques depresivos, inseguros e infantiles de Monroe.
Aunque la película jura estar basada en hechos reales, es una visión muy particular de un tal Colin Clark, pero al fin de eso se trata, de creerle a un joven soñador, con aspiraciones de trabajar en cine, sin importar lo que eso implicará hacer. La vida le sonríe y Marilyn Monroe la mujer más deseada y bella de los años cincuenta lo voltea a ver. No obstante, la trama de la película carece de emoción verdadera, pues sólo se ven percepciones de un joven que creyó conocer y enamorarse de un pop icon. La historia no crea empatía suficiente con el personaje principal, Colin, pues no realiza actos inteligentes, atrevidos, morbosos o heroicos, es un simple espectador, que pretende entrar en la vida de una estrella de cine.
El filme mantiene al espectador incauto por tres motivos: por morbo de saber, qué le ve una diva del cine a un tercer asistente; en algún momento esperamos ver más del carácter de Marilyn Monroe, y queda muy empañado por el narrador, porque no la conoce y cree conocerla y ser el único, él lo dice, que entiende a Monroe y  por último es una película con una producción y realización bien cuidada.
La película Mi semana con Marilyn, obtuvo dos nominaciones para el Óscar por mejor actriz protagonista, Michelle Williams y mejor actor de reparto, Kenneth Branagh, de los cuales no ganó ninguno. Es una producción de la BBC, dirigida por Simon Curtis y basada en los dos libros de Colin Clark: The prince, the showgirl and me y My week with Marilyn.
Realmente la historia tiene encanto porque ¿a quién no le gustaría estar cerca de su pop icon favorito? Este sueño sólo reitera la fase del espejo en el espectador de cine, de la que habla Christian Metz, de tal manera que la situación cinematográfica a la que se ve avecinado el espectador durante la proyección reproduce los momentos clave que precedieron a la formación de su yo, es pues un descubrimiento y enunciación de una doble identificación. Por último se me viene a la mente algo que dijo Julio Cortázar sobre Charlie Parker y John Coltrane “mis dioses están en la tierra no en el cielo” ¿Será cierto?

Ficha técnica
PelículaMi semana con Marilyn (My week with Marilyn)
Dirección: Simon Curtis
País: Reino Unido y USA.
Duración: 99 minutos
Género: Biográfico, drama.
Actúan: Michelle Williams, Kenneth Branagh, Eddie Redmayne, Judie Dench y Emma Watson.
Guión: Adrian Hodges