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miércoles, 12 de agosto de 2015

La clase política en el cine: Del caudillismo a la mediocracia

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El cine mexicano, actualmente, está enfrascado en los temas de denuncia social y política. Claro, tenemos las comedias románticas que ya se imponen en taquilla, no obstante los temas que siguen prevaleciendo a la hora de los premios internacionales son las de narcotráfico y corrupción.
El poder de cine como medio masivo, no ha mermado pero ha evolucionado. La censura es un asunto que ya no funciona, al contrario, da popularidad. Por ejemplo, la película La sombra del caudillo (Julio Bracho, 1960), contó con el apoyo del gobierno para su filmación, pues se les permitió utilizar las locaciones del Castillo de Chapultepec y la Cámara de Diputados, no obstante se estrenó hasta 1990 durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
Actualmente las películas más populares, en cuanto a denuncia, son las de Luis Estrada, las cuales han intentado ser censuradas sin ningún éxito. Estrada utiliza la sátira como pretexto para suavizar el mal gusto de nuestra clase política y denunciarla. Sus películas más famosas: La ley de Herodes (1999), El infierno (2010) y La dictadura perfecta (2014), reflejan como se unen los mecanismo de poder, los políticos, los medios de comunicación y el narcotráfico por la corrupción.

La sombra del caudillo (basada en la novela de Martín Luis Guzmán) relata como el presidente elije al sucesor presidencial sin importar los asesinatos políticos que tengan que realizarse para conservar el poder, en complicidad de los medios (periódicos), políticos y generales. Esta película con 55 años de antigüedad, muestra a una clase política muy parecida a la que retrata Luis Estrada: políticos en burdeles, con amantes, bebedores, el gusto por las cosas lujosas y sobre todo, la falta de escrúpulos para llegar al poder.
Ambos realizadores, aunque de épocas distintas, han retratado a la clase política de nuestro país. La sombra del caudillo se ubica en la época postrevolucionaria y podríamos justificar ciertas actitudes por la inestabilidad política del país, lo alarmante es que han pasado 86 años y seguimos en la inestabilidad política, además sumémosle el surgimiento de varios partidos políticos, el narcotráfico y ahora la mediocracia.
No podemos quejarnos de que el cine mexicano esté enfrascado en temas de violencia, corrupción y narcotráfico, pues dichos temas son el reflejo de los malestares sociales. Sin embargo, hay más problemas sociales y tenemos más historia que la simple sátira política en el cine que sino piensa en algo más inteligente puede que se vuelva predecible y poco interesante.

jueves, 30 de julio de 2015

Idiocracia, La anti intelectualidad de nuestra época

Twitter @jimenaladu

Las redes sociales nos han acercado a la cara no oficial de los acontecimientos de la vida política y social. Actualmente ya no se acepta el papel predominante del ejecutivo sin cuestionamientos, ni el poder de la opinión pública a través de los controles y facultades que el presidente tiene respecto a los medios masivos de comunicación.

El poder que ejerce el individuo de comentar, denunciar lo que le gusta o no de su gobierno o situación social, es libre y sin censura. Este poder de expresión ha provocado que nos acerquemos a la vida privada de nuestros gobernantes y de las figuras públicas. Las teorías propagandísticas de los nazis quedan sepultadas y son transformadas en esta nueva época en donde los medios masivos como la televisión y la radio tienden a desaparecer.

Hoy en día los memes en donde se ridiculiza a nuestro presidente y a su esposa son cada vez más provocativos y demuestran nuestra cultura de la estupidez. Esta semana vi la película Idiocracy (2006, EEUU) de Mike Judge el creador de Beavis and Butthead. Al igual que todas las películas de ciencia ficción demuestra a la humanidad sumida en la depresión y en el caos, pero esta película profetiza de manera diferente: no se trata de un mundo violento o lleno de máquinas, se trata de un mundo lleno de personas idiotas, lleno de basura, en donde predomina el sexo y la burla al otro.

Como hemos notado, actualmente, la gente con un nivel de conciencia social alto y/o con ciertos estudios prefiere no tener hijos o prolongar la llegada de estos, por lo que en el futuro, como lo plantea Mike Judge, la selección natural no será favorecida por los seres más inteligentes, sino por gente ignorante que son los que se reproducen sin pensar y desde una edad temprana. Esto llevará a la humanidad a ser atrasada.

Sin embargo, aunque la película está planteada en 2505 y estamos en el 2015, parece que no hay gran diferencia entre esa realidad y la que vivimos, esencialmente porque a pesar de toda esta tecnología pareciera que más bien estamos involucionando. Las noticias reflejan esta involución e ignorancia, ejemplo: “Extirpan ojo sano a bebé por error”, “Carmen Salinas diputada plurinominal por el PRI”, “Peña viaja a Francia con más de 400 funcionarios, militares y empresarios”, “AMLO se destapa para candidato presidencial en 2018”, “Gana ex futbolista presidencia municipal de Cuernavaca”, “El hombre más rico del mundo es de uno de los países más pobres”, etc.

Aunque las redes sociales nos permitan expresarnos sin censura, eso no quiere decir que nos podamos expresar mejor y que logremos un cambio a través de éstas, la educación y la cultura no sobresalen en los Trending Topics de Twitter y lo que demuestran, más bien, es la anti intelectualidad de nuestra época.


Ficha técnica

Dirección: Mike Judge.
País: USA.
Año: 2006.
Duración: 84 min.
Género: Comedia.
Interpretación: Luke Wilson (Joe Bauers), Maya Rudolph (Rita), Dax Shepard (Frito), Anthony Campos (Secretario de Defensa), David Herman (Secretario de Estado), Sonny Castillo, Kevin McAfee (Bailiff), Robert Musgrave (Keller), Ryan Melton, Justin Long (doctor), Patrick Fischler, Darlene Hunt.
Guión: Mike Judge y Etan Cohen; basado en un argumento de Mike Judge.
Producción: Mike Judge y Elysa Koplovitz.
Música: Theodore Shapiro.
Fotografía: Tim Suhrstedt.
Montaje: David Rennie.
Diseño de producción: Darren Gilford.
Vestuario: Debra McGuire.

Las redes sociales nos han acercado a la cara no oficial de los acontecimientos de la vida política y social. Actualmente ya no se acepta el papel predominante del ejecutivo sin cuestionamientos, ni el poder de la opinión pública a través de los controles y facultades que el presidente tiene respecto a los medios masivos de comunicación.

El poder que ejerce el individuo de comentar, denunciar lo que le gusta o no de su gobierno o situación social, es libre y sin censura. Este poder de expresión ha provocado que nos acerquemos a la vida privada de nuestros gobernantes y de las figuras públicas. Las teorías propagandísticas de los nazis quedan sepultadas y son transformadas en esta nueva época en donde los medios masivos como la televisión y la radio tienden a desaparecer.

Hoy en día los memes en donde se ridiculiza a nuestro presidente y a su esposa son cada vez más provocativos y demuestran nuestra cultura de la estupidez. Esta semana vi la película Idiocracy (2006, EEUU) de Mike Judge el creador de Beavis and Butthead. Al igual que todas las películas de ciencia ficción demuestra a la humanidad sumida en la depresión y en el caos, pero esta película profetiza de manera diferente: no se trata de un mundo violento o lleno de máquinas, se trata de un mundo lleno de personas idiotas, lleno de basura, en donde predomina el sexo y la burla al otro.

Como hemos notado, actualmente, la gente con un nivel de conciencia social alto y/o con ciertos estudios prefiere no tener hijos o prolongar la llegada de estos, por lo que en el futuro, como lo plantea Mike Judge, la selección natural no será favorecida por los seres más inteligentes, sino por gente ignorante que son los que se reproducen sin pensar y desde una edad temprana. Esto llevará a la humanidad a ser atrasada.

Sin embargo, aunque la película está planteada en 2505 y estamos en el 2015, parece que no hay gran diferencia entre esa realidad y la que vivimos, esencialmente porque a pesar de toda esta tecnología pareciera que más bien estamos involucionando. Las noticias reflejan esta involución e ignorancia, ejemplo: “Extirpan ojo sano a bebé por error”, “Carmen Salinas diputada plurinominal por el PRI”, “Peña viaja a Francia con más de 400 funcionarios, militares y empresarios”, “AMLO se destapa para candidato presidencial en 2018”, “Gana ex futbolista presidencia municipal de Cuernavaca”, “El hombre más rico del mundo es de uno de los países más pobres”, etc.

Aunque las redes sociales nos permitan expresarnos sin censura, eso no quiere decir que nos podamos expresar mejor y que logremos un cambio a través de éstas, la educación y la cultura no sobresalen en los Trending Topics de Twitter y lo que demuestran, más bien, es la anti intelectualidad de nuestra época.


Ficha técnica

Dirección: Mike Judge.
País: USA.
Año: 2006.
Duración: 84 min.
Género: Comedia.
Interpretación: Luke Wilson (Joe Bauers), Maya Rudolph (Rita), Dax Shepard (Frito), Anthony Campos (Secretario de Defensa), David Herman (Secretario de Estado), Sonny Castillo, Kevin McAfee (Bailiff), Robert Musgrave (Keller), Ryan Melton, Justin Long (doctor), Patrick Fischler, Darlene Hunt.
Guión: Mike Judge y Etan Cohen; basado en un argumento de Mike Judge.
Producción: Mike Judge y Elysa Koplovitz.
Música: Theodore Shapiro.
Fotografía: Tim Suhrstedt.
Montaje: David Rennie.
Diseño de producción: Darren Gilford.
Vestuario: Debra McGuire.
Estreno en USA: 1 Septiembre 2006.
Estreno en USA: 1 Septiembre 2006.

sábado, 11 de abril de 2015

El sueño americano es sólo para los estadounidenses

Twitter @jimenaladu
Por Jimena Ladu

Emigrar a los Estados Unidos de Norte América es la aspiración de muchos de nuestros paisanos que se dedican al campo o el trabajo de albañilería. Esto se debe a la falta de calidad de vida de nuestro país, más específicamente a uno de los sectores productivos más rezagados, el campo. No obstante, nuestra vecindad con el país del norte nos tiene maniatados tanto por la migración como por el narcotráfico.

El cine mexicano ha tratado de retratar la realidad de los migrantes mexicanos y de los centroamericanos: La jaula de oro (Diego Quedamada-Diez, 2013), 7 soles (Pedro Ultreras, 2008), Sin Nombre (Cary Fukunaga, 2009), Norteado (Rigoberto Pérezcano, 2009), El jardín de Edén (María Novaro,1994), La ilegal (Arturo Ripstein, 1979), por mencionar algunas. Por otro lado, tenemos las películas que describen los daños sociales que absorbemos por el paso de droga de nuestro país a el otro lado del río Bravo: Miss Bala (Gerardo Naranjo, 2011), Heli (Amat Escalante, 2013), El infierno (Luis Estrada, 2010), Narco cultura (Paul Schwarz, 2013).

Lo que no ha quedado claro es que el sueño americano es exclusivamente para los estadounidenses. Los mexicanos que logran pasar para allá obtienen los trabajos con los sueldos más bajos (claro habrá excepciones), pero la gran mayoría vive en los barrios para latinos, comparten un pequeño espacio entre varios; los que logran tener una familia y que sus hijos obtengan la Green card muy difícilmente tendrán acceso a la universidad, pues todas tienen cuotas altas. Es decir, los mexicanos están destinados a pertenecer a la gran mayoría que sostiene la económica estadounidense, pero no podrán gozar de ella. 

Por otro lado, los trabajadores mexicanos que obtuvieron la nacionalidad estadounidense y gozan de una pensión por trabajar décadas en una misma empresa y en un mismo puesto, o bien viven limitadamente en EEUU o se regresan a México para vivir holgadamente. La calidad de vida en el país del norte es muy alta, por ende, así cuesta. Los que lograron ser asalariados y ciudadanos, pueden vivir en un país de primer mundo pero no gozar de éste, pero los que no lograron la nacionalidad pasaran por el peligro de regresar a su país con las injusticias de las autoridades y los peligros humanos de las fronteras.

El sacrificio de estos mexicanos ilegales tiene beneficios para nuestro país: “Los recursos que nuestros compatriotas mandan a sus familias en México, las remesas familiares, se han constituido como la segunda fuente de divisas del país, sólo detrás del petróleo.”[1] Sin embargo, el costo de seguridad por el narcotráfico, la droga que cruza a los EEUU, significa un gran gasto y problema de seguridad “En el periodo 2000-2005 el gasto público real en seguridad se contrajo en 10%, mientras que en el periodo 2006-2010 creció en 78 por ciento. De este gasto total en seguridad, 54% se canalizó a los estados y municipios, 39% a la federación y 7% restante a los fondos, transferencias y subsidios relacionados con la seguridad, como el Fondo de Aportaciones en Seguridad Pública, el Subsidio para la Seguridad Pública Municipal, el Fondo para el Fortalecimiento Municipal y fondos metropolitanos.”[2]

Ni las cifras ni el cine pueden transmitir lo que realmente es ser migrante o ser mexicano en este país. Basta recordar el comentario, en “broma” que lanzó Sean Penn, en la entrega de los Oscars 2015, al dar a conocer que Alejandro González Iñárritu, un mexicano, ganó el Oscar. La desigualdad social, la discriminación y el racismo es algo que se vive, pues para los “gringos” siempre seremos subdesarrollados, con esa visión particular del salvaje, del colonizado. Quizás por eso el director de cine Diego Quemada-Diez, llama a este país para los migrantes La jau



[1] Manuel Guzmán M., Migración y remesas [en línea], México, periódico El Economista, 02 de abril de 2015, Dirección URL: http://eleconomista.com.mx/mercados-estadisticas/2013/08/06/migracion-remesas [consulta: 11 de abril de 2015].
[2] Ruth G. Ornelas, Narcotráfico en México un enfoque económico [en línea], México, periódico El economista, 03 de agosto de 2012,  http://eleconomista.com.mx/sociedad/2012/08/03/narcotrafico-mexico-enfoque-economico [consulta: 11 de abril de 2015].