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lunes, 30 de julio de 2012

A, B, C del Vaquero sexy en cine

Las historias de vaqueros han prevalecido desde que John Ford las inmortalizo en grandes películas como The searches (1956) o El hombre que mató a Liberty Valance (1962). Se puede decir que entre los años cincuenta y los años sesenta surgieron grandes westerns, de los que destacan Johnny guitar (1954) y Django (1966).


Las películas western se caracterizaron por el sentimiento de inconformidad que alberga a los habitantes por la exploración y el desarrollo del territorio estadounidense, que alcanza a las pequeñas provincias de las grandes ciudades. De este progreso surgen ricos empresarios que irrumpen con la estabilidad y tradición de los que habitan el oeste. No obstante, y a pesar de la caducidad del tema, los vaqueros están más de moda que los mismísimos dandies que intento revivir el modisto, fotógrafo y cineasta Tom Ford y que próximamente resucitará Quentin Tarantino con Django Unchained (2012).


En la versión original de Django (1966), éste lucha contra un empresario que crea una especia de kux klux Klan en contra de migrantes mexicanos. En Johnny Guitar, Viena es la empresaria que crea un casino porque sabe que llegará el ferrocarril y que pasará mucha gente, cosa que molesta a los pobladores, pues, es posible que se llene con gente fea y sucia del este. Este mismo conflicto lo plasma Sergio Leone en Erase una vez en el oeste (1968), pero con su toque spaguetti.



La acción del oeste está motivada por el odio. Un buen vaquero se enamora de una bella dama, y su deseo de venganza contra las injusticias le concede el derecho de matar a los bandidos ¿Qué lo convierte en héroe? Su capacidad de amar, de hacer justicia, de ser comprensivo ante el dolor del desprotegido. Ahora bien existen leyes en el oeste vaquero:
    1. Haber amado sin precedentes a una mujer.
    2. Estar convencido de que el oro sólo es un puñado de piedras que no satisface ese odio que siente       por el insensible mundo.
   3. Ser un el mejor pistolero del oeste.
   4. Luchar contra las injusticia y hacer evidente la despreciable doble moral.
   5. Tener una bella dama que sea tu amiga y amante incondicional.
   6. Montañas de roca.
   7. Un gran lago en donde cruzan los caballos y se bañan los vaqueros.
   8. Casas de madera.
   9. Una tina estilo vintage en donde siempre se encuentra alguien bañándose.
De esta manera un gran vaquero está hecho de:
A. Un gran dolor del pasado (pérdida amorosa, dolor de infancia)
B. Aparente indiferencia ante el mundo exterior.
C. Un gran sentido de libertad (la que sólo poseen los grandes héroes).
D. Unas buenas botas, sombrero y pistola.
Lo que humaniza al vaquero sin duda es que a pesar de estar siempre entre la vida y la muerte, lucha por seguir vivo. De una u otra forma un buen “cowboy” refleja el sentimiento de lo que pudo haber sido el mundo antes de la industrialización, y nos hace creer que todavía hay buenos vaqueros sexys que saben tratar a una mujer, como Django o Johnny Guitar.