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lunes, 6 de agosto de 2012

O eres púrpura o sólo un montón humanos grises: Woody Allen


Después de George Méliès otro gran mago, del cine es, Woody Allen, sin miedo a equivocarme sus dos últimas películas Media noche en París (2011) y De Roma con amor (2012) exploran el sentido mágico de la vida: exacerba sus sueños (los del autor), hace magia con ellos y muestra una realidad paralela a la vida, que involucra desde la resurrección de celebridades hasta momentos sui generis en la trama de sus películas . Su nueva película De Roma con amor, parte de un deseo y aspiración del mundo contemporáneo: ser celebridad y/o salir en televisión para lograr el reconocimiento de la sociedad.
En Scoop (2006), donde él interpreta a un mago, muestra otra cara de su personalidad:  amor a la esencia de los grandes sueños de la vida, su magia interna y creativa de cómo se puede vivir, aunque limitados por el sexto sentido y la muerte, que no es sino otro capítulo de está gran existencia. Por otro lado Annie Hall (1977) es la expresión más pura de un realizador que deja en claro que cuando el amor sucede es lo más hermoso, pero cuando acaba, es por una razón que no se conoce, y sólo se acepta.
En Interiores (1978), Otra mujer (1988) o Vicky Cristina en Barcelona (2008), por ejemplo, pugna por la crueldad de la vida de quienes no saben vivirla y que se guían por banalidades o conflictos emocionales, no solucionados, y no por la verdadera esencia de la personalidad de los protagonistas. Con Match Point (2005) va más lejos, el azar como factor, pone de evidencia la fatalidad del destino, de quien prefiere conquistar el mundo y no el amor.
Woody Allen rescata nuestros sueños sinsentido y los vuelve reales, en La rosa purpura del Cairo (1985) el actor principal del celuloide, sale de la pantalla, de cine, y se enamorara de Cecilia (Mia Farrow), de entre los miles de asistentes en la sala. Por eso desde el principio Allen ha sido claro en su estilo, aunque soñador es realista, más no pesimista, pero sobre todo un gran romántico, soñador, filósofo y gran maestro del lenguaje cinematográfico, estético y sin pretensión. 
Ahora que los años le alcanzan, sus películas se vuelven un mar de sabiduría dejando claro que la magia existe sólo en quienes creen, de esta forma sucederán las cosas más naturales (conforme a nuestra edad) pero con una tinta púrpura del color de la espontaneidad, como en You will meet a tall dark strager (2010) donde Helena, sólo sabe que quiere encontrar el amor, a pesar de su edad o de lo que le diga la gente.
No obstante Woody Allen va más allá de la simple comprensión del mundo moderno, de la hipocresía burguesa y de los valores de la sociedad. Muestra que en la vida hay de dos sopas: o eres feliz o eres sólo un montón humanos grises.